Insignia del Arma de Ingeniería y su significado
Está constituida por un castillo almenado (dentado) de corte medieval; conformado por tres cuerpos o torres, de estilo gótico octogonal. La torre central es más baja que las flanqueadas (laterales), en la cual aparece la puerta central del castillo, a la que se llega mediante una gradería de tres pisos. Cada torre está unida a las otras por cuerpos menos elevados que el central. Todo el conjunto tiene una coronación (almena) rectangular que le da un toque típico de castillo o fortaleza.
La fortaleza que el castillo representa señala lo fuerte y poderosa que es nuestra gloriosa arma, en donde las fortificaciones son baluarte fundamental del Arma de Ingeniería.
Historia del Arma de Ingeniería
Las raíces de nuestra Ingeniería Militar las encontramos en los orígenes de la humanidad. Allí están presentes los soberbios monumentos y los muros secos que nuestros aborígenes construyeron con sus manos, y que fueron admirados por los conquistadores.
Los caminos y parcelas de ríos menores, los tambos y fortines, los patios y depósitos logísticos para la guerra, que, junto a los desvíos y trampas mortales de los cuales conocieron Diego de Almagro y Pedro de Alvarado, en la dimensión del gran Rumiñahui, constituyeron una ingenua pero eficaz Ingeniería.
Consolidado el poder español, el aborigen se redujo al silencio. Cuando la Colonia contaba con algunas generaciones de mestizos, la Ingeniería durmió casi tres siglos, inmersa en el Ejército Español. No obstante, sin nombre ni apellido, sin doctrinas ni objetivos definidos, cumplía sus tareas militares. De esta forma, mejoró los puertos, facilitando el paso de las tropas a través del callejón Interandino. Hizo presencia en el Ejército Español, con quien bregó 200 años al puro estilo de sus viejas tradiciones.
Con el advenimiento del 10 de Agosto de 1809, un nuevo espíritu nacional imperó en la naciente República: la decisión de auto gobernarse fue irreversible. El martirio de los próceres postergó la libertad. Bolívar y San Martín iniciaron sus operaciones desde el norte y el sur de la América Hispana, y en esas huestes patriotas multinacionales se fue perfilando el empleo de los ingenieros militares.
En 1821, el Mariscal Antonio José de Sucre, insigne oficial ingeniero de la Época Independista, estaba empeñado con sus tropas en abrir la ruta que unía la costa y el austro, hasta llegar a las breñas del Pichincha. En ese itinerario, están escritas las
mil alternativas y servicios de la Ingeniería Militar.
El 27 de Febrero de 1829, la Batalla de Tarqui constituyó la afirmación vigorosa de la Nación ecuatoriana. El Ejército nació con la Patria y en ella. Los Ingenieros Militares del Caracas y del Cauca prepararon el terreno y destruyeron un puente importante cercano a la población de Saraguro, facilitando, de esta forma, la maniobra de Sucre sobre los Batallones Peruanos Ayacucho y Nro. 8. Sucre venció en Tarqui y, al hacerlo, evitó al Perú la vergüenza y el sonrojo de seguir invadiendo la tierra de sus libertadores.
Las guerras del liberalismo, desatadas en 1895, dan noticias del empleo de Tropas de Ingenieros en el Combate de Gatazo (14 de agosto). El Ejército Constitucional organizó equipos de ingenieros, formados por el señor Gabriel García Alcázar y el Comandante Ingeniero Elías Garcés Ricaurte. Ellos, con su telémetro, midieron la distancia entre la parte elevada del pueblo de Calpi y las tropas de Alfaro, para facilitar que Artillería, comandada por Nestorio Viteri, dispare sobre las tropas alfaristas.
A lo largo de 1902, el problema limítrofe con Perú se complicó. Hubo denuncias de incursiones militares en el territorio ecuatoriano, en las poblaciones de El Oro y el Oriente. Incluso se habla de una ocupación militar en la desembocadura del Curaray.
El 8 de agosto de 1903, luego de la exposición de motivos ya comentados, del Proyecto de Ley Orgánica Militar, por parte del Mayor Luis Cabrera Negrete (el Ministro de Guerra y Marina), el General Flavio Alfaro, remitió a consideración del Congreso Nacional para su estudio y aprobación. Más tarde, el 6 de Diciembre de 1904, se creó la Columna denominada “24 DE MAYO”, con sede en la ciudad de Tulcán. Esta reemplazó al Batallón de Infantería Nro. 7 “CARCHI”, que fue trasladado a la ciudad de Cuenca. Esta Unidad de Infantería fue la simiente para la creación de la primera Unidad de Zapadores. El Presidente General Plaza, el 15 de marzo de 1905, considerando necesaria para el mayor adelanto del Ejército, creó esta unidad. De acuerdo con lo dispuesto en los artículos 2º y 3º, título 1º y Tratado I del Código Militar, decretó: “Artículo único: Convierte la Columna “24 DE MAYO”, ubicada actualmente en la plaza de Tulcán, en Unidad Militar de Zapadores, que se dedicará a los estudios y trabajos inherentes a este servicio”.